Artículo para The Trend Net. Abril 2011.
El cambio de hora confirma que sí, que ya ha llegado la primavera. Los días son más largos: por fin la luz estalla sobre las terrazas y dan ganas de mirar la vida de otra manera, digamos que con más optimismo, más música. He ahí: mirar con música. Esta pequeña digresión –anecdótica, en efecto–, me da pie a inaugurar, puede que de manera un poco forzada, el tema de hoy: la relación de la imagen con la música. Se trata ésta de una relación casi de sinestesia cada vez menos prescindible: las discotecas cuentan no sólo con el DJ sino también con el VJ; en los grandes conciertos siempre están contemplados los visuales; hay grupos que van a buscar diseñadores e ilustradores para sus videoclips animados, etc.
Pero volvamos a la primavera, que en el fondo es lo que cuenta, porque insistir en el auge de la relación entre música e imagen tampoco aporta demasiada novedad, aunque sabemos también que no es precisamente el criterio de novedad lo que debe justificarlo todo. Es decir, no por no ser lo último algo deja de ser importante. Por ejemplo, el trabajo que POGO, el reconocido artista/diseñador/Dj australiano, presentó en noviembre de 2010, no me digan si no vale la pena retomarlo ahora, ya en abril de 2011 (5 meses después: casi una eternidad según se mire), con el sol que hace afuera:
Blancanieves al ritmo de samples inteligentes que reinventan el clásico de 1937. Sólo bastaron 3 días para tener más de un millón de reproducciones en Youtube (aunque en uno de los comentarios que hicieron al vídeo se decía que en realidad sólo lo habían visto un centenar de personas, pero 10.000 veces cada una). No hay que perderse tampoco la versión de Alicia en el País de las Maravillas, aunque no menos interesantes son las de Mary Poppins, Hook, Up, Harry Potter o Drexter.
Ver la música con otros ojos, ojos de artistas que son músicos y conocen el mundo de la imagen y el video al mismo tiempo. En efecto, cada vez más el DJ y el VJ se concentran en una misma persona capaz de crear música a partir no de una partitura, sino de la imagen (como si los ritmos no estuvieran ya ni en un pentagrama ni en un ordenador, sino escondidos en la imagen). Algunos resultados son conmovedores; mirad/escuchad este video/canción de María Callas hecha por Ferran Capo. Otro regalo de primavera:
Pero hay más. Sólo hay que pasear por la web Visual Artists sharing Community. A disfrutar.